A muchas Amas les encanta la idea de poder pisar, cual alfombra, al sumiso, mientras este sufre en el suelo el peso de la dominación sobre él. Este ejercicio es denominado trampling, y como toda actividad sado maso, requiere de medidas de seguridad para asegurar que ambas partes disfruten sin problemas añadidos.
No es fácil guardar el equilibrio al caminar por encima del cuerpo de un sumiso, por lo que la Ama debe siempre procurarse algún apoyo extra. Una pared sería suficiente para tal menester. No es de ningún modo recomendable caminar haciendo equilibrios, ya que el cuerpo del sumiso puede llegar a ser inestable, y mucho menos si se lleva calzado de tacones.
Para el sumiso, la seguridad debe ser mayor. Siempre es recomendable evitar las partes blandas del cuerpo. Hígado, bazo, intestinos y genitales, no deberían soportar el peso de una persona, y menos cuando se lleve tacones. Por contra, las partes con esqueleto son las idóneas para caminar sobre ellas: Columna, costillas, cara, piernas o trasero. Tampoco es buena idea saltar sobre el cuerpo del sumiso.
Se puede caminar con el sumiso boca arriba o boca abajo, todo depende del gusto de la Ama, pero sin duda el sumiso gozará de menor premio si está boca abajo, no pudiendo ver el cuerpo sublime de la Ama al caminar sobre él.
Muy posiblemente poca gente conozca el origen del trampling. Y es que en origen fue una forma de masaje oriental. Tambien se dice que en la antigua Babilonia las muchachas pisoteaban las uvas en el lagar y luego caminaban descalzas sobre los hombres mientras estos limpiaban con la lengua sus pies, simpática tradición con la que pretendían ganar el favor de los dioses y un exquisito sabor para el vino.
Existen algunas variantes aplicadas al BDSM, como el Crush Fetish, que consiste en ver como otra persona pisa un objeto hasta aplastarlo.
Por último recordar que un trampling puede ser muy duro, si se escoge calzado con tacón de aguja. Este no sería recomendable para sumisos principiantes. Para ellos precisamente, la mejor iniciación es sin calzado, con los pies desnudos de la Ama.